Convento Santa Catalina de Cusco museo de vida monástica
Es uno de los complejos religiosos más importantes y de gran valor histórico. Este convento e iglesia de Santa Catalina, como la mayoría de templos o edificaciones religiosas importantes, cuenta con gran cantidad de lienzos del barroco cusqueño. Sin embargo, lo más representativo de este lugar, es que sigue funcionando de forma ininterrumpida desde su fundación hasta la actualidad, además, cuenta con un museo de arte monástico.
Contenido
1. Historia del Convento Santa Catalina de Cusco
Desde su fundación es habitada por la Comunidad Religiosa Católica de Monjas de vida Contemplativa que pertenecen a la Orden Dominicana, llamada también Orden de Predicadores. Está Orden católica fue la primera en llegar al Perú durante el siglo XVI. Por lo que se puede evidenciar diferentes templos o construcciones con su escudo representativo. Uno de ellos es el templo Santo Domingo, la cual fue construida sobre los restos del Coricancha.
El monasterio de Santa Catalina es una de las tres comunidades más antiguas de monjas de clausura fundadas en Cusco en el periodo colonial. Funcionando ininterrumpidamente desde el momento de su creación, pese a que durante la época republicana sufrieron algunos declives económicos.
Antes de instalarse en Cusco, esta congregación fue fundada en la ciudad de Arequipa. El impulso de la creación se debe a Doña Lucia Padilla y su hija Doña Isabel. Doña Isabel entró en el monasterio de Arequipa llegando a ser priora. Al entregarse a esta vida religiosa tras quedar viuda, siempre contó con el apoyo de su madre. Por este motivo, cuando murieron los descendientes varones de esta familia, la madre decidió donar todos sus bienes a la congregación a la cual pertenecía su hija.
En su origen el convento se llamó, “Nuestra señora de los remedios” en referencia a la antigua advocación antiqueña en Andalucía. Esto porque la familia Padilla descendía de estos territorios.
Tras los diferentes acontecimientos de desastres naturales, como la erupción del volcán Huaynaputina y del terremoto en 1604. Las padillas, como líderes de la congregación, tomaron la decisión de mudar el monasterio de Arequipa a Cusco por aprobación del obispo Monseñor Antonio de la Raya. Fue un hecho trascendental por lo poco común de esta decisión. 25 monjas profesas y dos niñas viajaron, el primer día del año 1605. Se narra que para no ser vistas por ojos profanos se tapaban los rostros con velos al encontrarse con extraños. Al llegar al Cusco, se les otorgó un terreno importante para el Tawantinsuyo, el recinto Acllahuasi.
2. El Acllahuasi en el Tawantinsuyo
Cuando llegaron al Cusco fueron recibidas en lo que sería su nueva estancia. El Acllahuasi, o recinto de las “Mujeres Escogidas”, les fue entregada para que pudieran edificar y cumplir con sus labores. Antes de la conquista española, en este recinto vivían mujeres escogidas por su belleza o alta alcurnia. Estas mujeres permanecían sin contacto con el mundo exterior hasta llegar a adultas. Tenían prohibido todo tipo de comunicación con los hombres, solo eran cuidadas por ancianos, eunucos y las mamacunas. Algunas de ellas dejaban este recinto para convertirse en esposas o concubinas del Inca o de altos dignatarios del Tawantinsuyo. Otras pasaban a ser servidoras de templos y santuarios, se las consideraba esposas del dios sol. Sus ocupaciones principales fueron elaborar finos textiles para la corte del inca y la preparación de bebidas ceremoniales, actividades consideradas sagradas.
La casa de las mujeres escogidas del Cusco era la más rica y grande de todas y albergaba a las más bellas doncellas en su mayoría de la élite cusqueña. Los primeros europeos que vieron esta costumbre no tardaron en encontrarle un símil con las comunidades monásticas católicas llamando a las acllas, monjas. De este modo la toma de posesión del antiguo Acllahuasi por las monjas dominicas, fue vista como un acto simbólico que trazaba continuidad con las tradiciones incaicas y con el nuevo orden cultural.
En el interior del Acllahuasi, existían pasadizos y calles alrededor de las cuales estaban los talleres y viviendas de las mujeres. En cuanto a la construcción inca que quedó hasta la actualidad, tenemos el fragmento más largo de un muro que se puede apreciar paseando por la calle Loreto. Otros restos se pueden ver en la esquina de Calle Arequipa que da a la Plaza de Armas.
3. Algunos datos importantes sobre el Convento Santa Catalina en Cusco
Luego de su traslado a Cusco el monasterio empezó a llamarse Santa Catalina de Sena, en honor a la santa del mismo nombre. En 1650 el famoso terremoto de Cusco dejó en ruinas el monasterio apenas construido, dejando sepultada a una de las hermanas. Mientras duraba la reconstrucción las religiosas tuvieron que buscar refugio temporal en las casas de los vecinos. En 1651 se dio inicio a la reconstrucción del templo. Esta reconstrucción no sufrió grandes cambios hasta la actualidad.
La antigua nobleza inca, cristianizada y transformada, cuya primera generación aún poseía gran importancia dentro del Cusco, encontró su lugar en la vida monástica. Durante el año 1619, doña Leonor de Esquivel hija de Melchor Carlos el último inca proclamado y reconocido como tal por la corona española, profesó votos dentro del monasterio. Doña Leonor murió como monja dentro de los claustros. Algunos años más tarde, ingresó al monasterio doña Feliciana Pinelo, biznieta del inca Tupac Amaru I, el último líder de la resistencia Inca contra la invasión española.
Para que una joven pudiera entrar al monasterio su familia tenía que pagar una dote, según el dote se le otorgaba un rango dentro de las instalaciones del monasterio:
- Las de mayor jerarquía eran las mojas profesas de velo negro. Para acceder a este rango la familia debía pagar una contribución fija de 3 312 pesos con 4 reales. Algo realmente elevado para esa época.
- El siguiente rango fue ocupado por las monjas profesas de velo blanco cuyo valor consistía en pagar el dote de la mitad del dote de las de velo negro. Las damas de condición más modesta tenían la opción de entrar en calidad de donadas contribuyendo una dote de 500 pesos. Que exigía, de todas formas, un gran esfuerzo a las familias. Ellas se dedicaban a las labores domésticas dentro de la comunidad y no tomaban decisiones en ningún momento.
Las monjas de condiciones económicas altas y acostumbradas a ese estilo de vida, mantuvieron viviendo de esa forma dentro de las instalaciones del monasterio. Obtuvieron el permiso de poseer celdas autónomas de varios ambientes atendidas por criadas y esclavas quienes podían salir sin inconvenientes del recinto. Algunas veces se les permitía alojar parientes o familiares, pero solamente mujeres.
Algunas monjas criaban a mujeres pequeñas, entregadas por su familia para su educación lejos de las tentaciones mundanas. Algunas podían ser criadas o aprendices dependiendo de su condición económica de procedencia. Muchas veces los claustros del monasterio servían como refugio de mujeres maltratadas o viudas o lugar correccional para las mujeres rebeldes.
4. Atractivos del Monasterio de Santa Catalina en Cusco
- En la fachada del Monasterio Santa Catalina de Cusco se puede encontrar una construcción a base de piedra. Tiene dos puertas rodeadas de tallados y formas renacentistas, es igual el caso de una empañada a modo de campanario.
- La mayoría del estilo de su construcción es de las últimas etapas del renacimiento. Tiene una característica importante que son sus arcos de estilo romano. Con el pasar del tiempo algunas de otras puertas y ventanas fueron selladas para evitar que las religiosas tengan contacto con el exterior del claustro. Es un monumental pero sencillo edificio de una sola nave.
- Posee una sala en la cual se exhiben las diferentes obras de pintura y escultura que con el pasar del tiempo fueron adquiriendo de la famosa escuela cusqueña. Así mismo el Museo de vida Monástica, está dedicado a mostrar trabajos de orfebrería, textilería, esculturas y retablos.
- Cuenta con lienzos de autores anónimos que representan imágenes importantes como la pintura de El señor de los Temblores, y una colección que detalla la vida y milagros asociados a Santa Rosa de Lima.
- Posee diferentes objetos litúrgicos que son exhibidos, se pueden encontrar murales, tallados orfebrería de oro y de plata. La presencia de una capilla con representación de flora propia de la cosmovisión inca.
- Se exhibe el baúl que guarda la maqueta de la vida de Cristo, instrumento que era utilizado para la evangelización. Hay una amplia exposición de cómo es la vida monástica a tamaño real dentro de las instalaciones del convento.
5. Precio para el ingreso al Monasterio Museo de Santa Catalina
El precio para acceder al museo es de 8 soles o 2.5 dólares americanos, aproximadamente. Estudiantes que sustenten su acreditación pagan solo 4 soles.
6. Horario de atención del Monasterio Museo de Santa Catalina
Es posible visitar el Monasterio Santa Catalina todos los días de la semana desde las 8:30 a 17:30 horas.
La dirección exacta es calle Arequipa 401, Cusco.
Por Imachupicchu – Ultima actualización, 22 de agosto de 2024