La historia de Machu Picchu

Machu Picchu es uno de los atractivos turísticos más visitados del planeta. Fue construido por los incas, bajo las órdenes del emperador Pachacutec, en 1450 D.C., aproximadamente. Luego, durante el virreinato fue abandonado y olvidado hasta su redescubrimiento por parte del explorador estadounidense Hiram Bingham en 1911. Desde entonces se ganó el interés de todo el mundo. Pero su historia es más antigua. Conoce más sobre la maravilla del mundo.

Llama en Machu Picchu
Vista del paisaje de Machu Picchu

Los primeros habitantes de Machu Picchu

Los primeros habitantes de Machu Picchu fueron las diversas etnias pertenecientes a la cultura Marcavalle, la primera que habitó el valle del Cusco allá por el 1,000 A.C.

Así lo demuestran los hallazgos cerámicos en el lugar. Sin embargo, no existen edificaciones numerosas que den cuenta de un poblamiento multitudinario en el lugar. A esto se concluye que el área que comprende Machupicchu fue habitado por escasas familias o etnias dedicadas principalmente a la agricultura.

Mientras que en Machu Picchu existían unas cuantas familias que poblaban el lugar; en la ciudad del Cusco los incas buscaban alianzas para expandir sus territorios bajo el liderazgo de Manco Cápac (inicios del siglo XIII).

Machu Picchu se encuentra en la región selvática del Cusco, una zona difícil para la agricultura y, por ende, para la vida. Por muchos años se pensó que solo los incas habitaron esta difícil geografía. Sin embargo, en 2011 se descubrió una tumba importante en el distrito de Vilcabamba perteneciente a la civilización Wari (VII D.C. – XIII D.C.). Este hallazgo replanteó los límites de dicha cultura antecesora a los incas.

Los incas en Machu Picchu

Los incas se asentaron en el valle del Cusco a inicios del siglo XIII D.C. Durante esos primeros años, bajo el liderazgo del inca Manco Cápac, el territorio de los incas era pequeño abarcando parte de la actual ciudad. Entonces era conocido como el ‘Curacazgo del Cusco’.

En los años posteriores, mediante alianzas con los pueblos vecinos, los incas consiguieron expandir su territorio abarcando parte del actual Valle Sagrado de los Incas. Sin embargo, sus territorios siempre estuvieron amenazados por sublevaciones y, sobre todo, por la existencia de la poderosa cultura Chanca. Machu Picchu era un territorio todavía no conquistado por los incas.

La historia de los incas cambió a finales del siglo XV cuando el joven y valiente príncipe Pachacutec venció a los chancas y fundó un poderoso imperio que expandió rápidamente sus límites en todas direcciones. Es allí que los incas conquistan los territorios selváticos de Machu Picchu y fundan el Tahuantinsuyo (imperio de los ‘cuatro’ suyos o regiones). Habían dejado de ser un simple ‘curacazgo’ para convertirse en el imperio más grande de la Sudamérica actual.

Los incas y los chancas se disputaban el control territorial de la región andina del sur del actual Perú. En 1438 los chancas invadieron Cusco que quedó desprotegido por el abandono del inca Viracocha. Ante el temor de la derrota surgió el príncipe Inca Yupanqui quien defendió Cusco y venció a los chancas en la batalla de ‘Ichupampa’. Las etnias vecinas se sorprendieron de la victoria inca y se unieron a estos expandiendo su territorio.

Pachacutec y la construcción de Machu Picchu

Pachacutec (1400 D.C. – 1471 D.C.) fue el primer emperador del Tahuantinsuyo. Bajo su gobierno el territorio inca se expandió vertiginosamente el territorio conquistando la selva del Cusco en el oriente.

El emperador Pachacutec planificó la construcción de Machu Picchu. Lo que buscaba era demostrar el poderío inca en los nuevos territorios conquistados. Además, se buscaba edificar un santuario religioso y vivienda real para el emperador y su familia.

Pachacutec planificó minuciosamente la construcción de Machu Picchu. Eligió una geografía especial en lo alto de una montaña (para puesto de vigilancia), rodeada de montañas y un paisaje impresionante.

Para arribar a Machu Picchu mandó construir una red de caminos incas, parte de los famosos ‘qhapac ñan’. Para adorar a los dioses mandó edificar el Templo del Sol y otros recintos hechos con piedras finamente labradas.

Las pruebas de carbono 14 halladas en Machu Picchu indican que fue construida al promediar el año 1450 D.C., aproximadamente. Su construcción no fue terminada tras la muerte de Pachacutec ni en la de su sucesor Túpac Yupanqui (1441 D.C. – 1493 D.C.). Incluso hoy es posible ver algunas edificaciones no concluidas.

La mano de obra utilizada para su construcción provino de los pueblos conquistados en el norte del mapa del Perú, bajo el sistema de ‘mitimaes’.

Según la investigación de la española María del Carmen Rubio, el verdadero nombre de la ciudadela fue ‘Patallaqta’. Machu Picchu fue un nombre elegido posteriormente debido a la presencia de la montaña ‘Machu Picchu’ ubicada sobre la ciudadela.

Además de mandar la construcción de Machu Picchu, a Pachacutec se le atribuye diversas obras de gran importancia, como por ejemplo: la planificación y construcción de miles de kilómetros de caminos incas (qhapac ñan), la construcción del renovado templo del Coricancha (Templo del sol) en la ciudad del Cusco, la edificación de la ciudad de Ollantaytambo en el Valle Sagrado así como la renovación del Estado Inca.

La vida en Machu Picchu

Según los hallazgos en Machu Picchu, la ciudadela tuvo una población de mil habitantes en promedio. La mayoría era población común que se dedicaba al cultivo de sus cientos de terrazas agrícolas. Pero también existió una pequeña nobleza y hasta sacerdotes que gozaban de privilegios.

A lo contrario a lo que se cree hoy, Machupicchu no fue una ciudad aislada del resto del imperio. A pocos kilómetros los incas edificaron otras ciudades como los actuales sitios arqueológicos de Patallacta, Qentemarca e incluso Choquequirao. Estas ciudades también se dedicaron a la agricultura y estaban comunicados por medio de los qhapac ñan.

Otra parte de la población de Machupicchu también se dedicaba a la construcción de caminos, edificios y templos. Así lo demuestran las obras inconclusas halladas en la ciudadela como los caminos en las montañas Huayna Picchu y Machu Picchu.

Las evidencias arqueológicas señalan que Machu Picchu, hasta la llegada de los españoles y la posterior guerra contra los ‘rebeldes de Vilcabamba’ fue una ciudadela muy bien organizada con suficientes productos para mantener a su población.

Machu Picchu abarca un área de 325 kilómetros cuadrados. Cuenta con más de 150 construcciones siendo las más importantes: El Intipunku, el Templo Principal, el Intihuatana, el Templo de las 3 Ventanas, la Roca Sagrada y la Tumba Real. A sus alrededores resaltan dos inmensas montañas: el Huayna Picchu y la montaña Machu Picchu. Los incas construyeron caminos hasta sus cimas.

La caída de Machu Picchu

Con la llegada de los españoles a la ciudad del Cusco en 1533, la historia de Machu Picchu cambiaría para siempre pues a causa de ello, entre 1537 y 1572, se desarrolló la guerra entre los invasores españoles y los incas rebeldes de Vilcabamba.

La ciudad de Vilcabamba fue el último refugio de los incas que se rehusaron a someterse a los españoles. Desde allí, bajo el liderazgo de Manco Inca (1514 D.C. – 1545 D.C.) combatieron a los europeos que no podían adentrarse en la selva y hallar el puesto de defensa incaico.

Debido a la ubicación de Machu Picchu a solo 47 kilómetros de Vilcabamba, los pobladores de la ciudad inca se vieron obligados a participar por el ejército de los incas rebeldes. Es así que en 1537 la ciudadela fue abandonada paulatinamente.

Los pobladores de Machu Picchu que permanecieron siguieron cultivando las tierras que servían al ejército inca rebelde. Algunos hallazgos en el sitio también indican que la población cumplió un papel importante en la defensa al robar provisiones a los españoles.

Según el historiador Luis Lumbreras el Templo del Sol muestra signos de haber sido incendiado debido probablemente al fuego ocasionado por los frailes agustinos que llegaron a Machu Picchu para evangelizar a sus habitantes. Esta visita sería la única presencia española en la ciudadela y se debió al acuerdo entre el líder Titu Cusi Yupanqui y las autoridades españolas.

Finalmente en 1572 fue capturado Tupac Amaru I (1545 D.C. – 1572 D.C.), el último inca líder de Vilcabamba. Tras su asesinato en la Plaza de Armas de Cusco por parte de las autoridades españolas, los habitantes de Machu Picchu se vieron obligados a integrarse al nuevo gobierno colonial. Es por ello que la ciudadela inca fue abandonada en su totalidad.

Tras la muerte del emperador Atahualpa en 1533, los españoles llegaron a la ciudad del Cusco. La dinastía gobernante pronto se dio cuenta de las verdaderas intenciones de los invasores por lo que los combatieron desde las ocultas tierras de Vilcabamba. Los incas rebeldes fueron: Manco Inca, Sayri Túpac, Titu Cusi y Túpac Amaru. Este último fue capturado y ejecutado en la Plaza de Armas de Cusco. Tras su muerte acabó la dinastía inca.

Los españoles y el olvido de Machu Picchu

Desde su construcción en 1450 hasta su abandono total en 1572, la ciudad inca de Machu Picchu tuvo un poco más de un siglo de funcionamiento.

Debido al difícil camino hasta Machu Picchu, los españoles no poblaron el lugar. Es así que unos pocos campesinos se asentaron en la ciudad inca para trabajar los andenes agrícolas que, debido a su abandono, paulatinamente se fueron perdiendo en la agreste vegetación.

Los españoles sí conocían de la existencia de Machu Picchu. Así lo atestiguan algunos mapas provenientes desde la época colonial y republicana. Además, los pocos pobladores del lugar debían contribuir con el tributo a la hacienda de Ollantaytambo perteneciente a Hernando Pizarro.

Sin embargo, debido a la poca productividad de Machu Picchu y a los pocos pobladores que habitaban el lugar; no fue mucha la importancia económica de la ciudadela inca.

Es así que lentamente los pocos pobladores de Machu Picchu se integraron al sistema colonial dentro de las ‘reducciones de indios’. Paulatinamente la vegetación cubrió por completo al sitio arqueológico de Machupicchu que quedó olvidada por mucho tiempo.

El 23 de marzo de 1524 Francisco Pizarro fundó la ciudad del Cusco. Desde entonces, el sistema colonial remodeló el sistema inca. Los pobladores indígenas se convirtieron en mano de obra tipo esclava. Se formaron ‘reducciones de indios’ para agruparlos y controlarlos mejor a través del sistema de ‘encomiendas’. Los habitantes de Machu Picchu no pudieron aislarse del sistema así que fueron a los nuevos pueblos formados. Es así que la ciudad inca fue paulatinamente abandonada.

Hiram Bingham y el hallazgo de Machu Picchu

Desde la Independencia del Perú en 1821 hasta el descubrimiento de Machu Picchu en 1911 solo algunos pocos pobladores en los alrededores de Machu Picchu conocían de su existencia. Sin embargo, ninguno comprendió la importancia histórica de la ciudad inca.

Los rumores de la existencia de una inmensa ciudad inca oculta en la región selvática de la Cordillera de los Andes llegaron más allá de las fronteras peruanas. El famoso investigador naturalista italiano Antonio Raimondi llegó a la zona en 1865 aunque no consiguió apreciar la ciudadela.

En 1867, de acuerdo con el empresario estadounidense Paolo Geer, Machu Picchu fue saqueado con el permiso de las autoridades peruanas por parte del también empresario alemán Augusto Berns. Se presume que muchas piezas de oro y plata fueron saqueadas de los templos del lugar.

En 1880 el famoso explorador austriaco – francés Charles Wiener dio cuenta de la existencia de Machu Picchu aunque nunca llegó al lugar. Para entonces ya se conocía la existencia de mapas que daban cuenta la existencia del famoso sitio arqueológico. Aun así el mundo no conocía la verdadera importancia del sitio.

En 1902 los pobladores cusqueños Justo Ochoa, Enrique Palma, Gabino Sánchez y Agustín Lizárraga visitaron Machu Picchu dejando como constancia sus nombres inscritos en la piedra del Templo de las 3 Ventanas.

Finalmente en 1911, el explorador estadounidense Hiram Bingham, ayudado por pobladores locales, llegó a Machu Picchu realizando trabajos de investigación. Fue el explorador que publicó en la revista National Geographic Society el ‘descubrimiento’ de una importante ciudad inca en la selva del Cusco.

En años posteriores Hiram Bingham, auspiciado por la Universidad de Yale, volvió a Machu Picchu hasta en tres oportunidades (desde 1911 y 1915) para realizar trabajos de investigación en la zona. Bingham publicó varios libros sobre su travesía. Sin embargo, hasta el día de su muerte en 1956 creyó que lo que había descubierto fue Vilcabamba, la ‘Ciudad perdida de los incas’

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El explorador estadounidense Hiram Bingham no solo llegó a Machu Picchu durante su travesía por Perú en 1911. Algunos años antes llegó al actual sitio arqueológico de Choquequirao. También participó de investigaciones en los sitios arqueológicos de la ciudad del Cusco (Qenqo, Pucapucara, Tambomachay y Sacsayhuaman). Su travesía por Perú y Machu Picchu quedó registrado en el famoso libro: Machu Picchu, La ciudad perdida de los incas.

Machu Picchu maravilla del mundo

Desde la noticia mundial de la existencia de Machu Picchu en 1911, los trabajos de investigación en la zona se realizaron con el apoyo de la Universidad de Yale, primero, y el Gobierno del Perú, después.

Desde 1912 hasta 1915 se procedió a erradicar la vegetación que cubría los templos y construcciones de Machu Picchu. Fue en esos años que la Universidad de Yale llevó a Estados Unidos más de 50 mil piezas arqueológicas procedentes de la ciudadela inca. Estas fueron: cerámicas, herramientas, textiles, tallados en madera, objetos metálicos e incluso momias.

Entre 1924 y 1928 los fotógrafos Juan Manuel Figueroa y Martín Chambi retrataron Machu Picchu atrayendo más la atención del mundo, incluso de los cazadores de tesoros.

Los trabajos de investigación continuaron desde 1942, esta vez a cargo del arqueólogo Manuel Chávez Ballón cuyo equipo logra descubrir la existencia de otros recintos cercanos como Wiñayhuayna.

En ese entonces el ingreso a Machu Picchu era libre. Ya para la segunda mitad del siglo XX, tras la edificación de carreteras y vías de tren, comienza a llegar visitantes a Machu Picchu de distintas partes del mundo. Sin embargo, aun no existía un plan de visita y conservación por parte de las autoridades del Perú.

Recién a partir de 1981 las autoridades dan cuenta de la importancia histórica de Machu Picchu. Ese año es declarado ‘Santuario Histórico del Perú’. En 1983 pasó a formar parte de uno de los ‘Patrimonio Cultural de la Humanidad’ por la Unesco. Entonces ya aumentaron el número de visitantes al lugar.

El gran impulso turístico en Machu Picchu se dio en 2007 cuando mediante una votación mundial organizada por la corporación ‘New Open World Coorporation’, la ciudad inca fue elegida como una de las ‘7 maravillas del mundo moderno’. Las otras maravillas fueron: Chichén Itzá en Yucatán (México), el Coliseo de Roma (Italia), la estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro (Brasil;) la Gran Muralla China (China); Petra (Jordania); y el Taj Mahal en Agra, (India).

Hoy Machu Picchu es uno de los destinos turísticos más visitados del mundo entero.

Actualmente Machu Picchu recibe 1,5 millones de personas al año aproximadamente. A sus pies en el pueblo de Aguas Calientes existen hoteles de diversos tipos, incluido servicios 5 estrellas. También restaurantes, cafés, bares y más. Cada año Machu Picchu ocupa los primeros lugares como los atractivos turísticos preferido por las personas de todo el mundo.

 

Por Imachupicchu – Ultima actualización, 25 de noviembre de 2023


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