Por: Josef A. (Venezuela)
Así fue mi ardua visita a la montaña 7 colores
Después de mucho tiempo al fin conocí Cusco. Y como lo había planeado con meses de anticipación conocí el valle de los incas, Machu Picchu y la montaña 7 colores. Hoy les voy a hablar de mi experiencia en este último lugar, una de las aventuras más difíciles en mis viajes. Les contaré cómo soporté una caminata a más de 5 mil metros de altura y las preciosas fotos que conseguí allí, en un sitio que parece que toca el cielo.
Primero Cusco y Machu Picchu
Primero déjenme decirle que Cusco es fascinante y no solo por Machu Picchu. En mi primer día hice un city tour por la ciudad. Vi fortalezas incas como Sacsayhuaman y el Coricancha. En mi segundo día fuimos por el valle de los incas. Conocí sitios como Pisac, Ollantaytambo y Chinchero. Ya en el tercer día hice mi tour a Machu Picchu ida y retorno a Cusco. El cuarto día tuvimos un día libre para descansar bien pues el quinto día íbamos a hacer el tour a la montaña 7 colores. Déjenme decirles que para cada sitio contraté un tour. El único que contraté con tiempo fue el de Machu Picchu. Para todos los demás encontré una agencia en la misma ciudad del Cusco.
- Más información: Elegí mi último día para hacer el tour a la montaña 7 colores a propósito. Según me informé antes del viaje, es bueno escoger este destino para el último día de tu viaje. Así puedo estar más adaptado a la altura del Cusco y no sufriré tan intensas las consecuencias de la visita al cerro colorado.
El largo viaje con comida incluida
El día del viaje me levanté muy temprano, entre las 4 y 5 de la mañana. Un minivan llegó justo en la puerta de mi hotel. Luego con los demás turistas empezamos el viaje. La verdad que aproveché para dormir así que no vi nada hasta que llegué a un pueblo frío donde bajamos junto a los demás turistas. Este pueblo se llama Cusipata y fue allí donde disfrutamos de un rico desayuno que incluyó huevos, frutas picadas, yogurt y panes. Después volví al minivan y quedé dormido no sé cuánto tiempo hasta que llegué a un campamento (Pampachiri). Allí fue el momento de la verdad. Solo nos quedaba hacer la temible caminata por los andes peruanos hasta llegar a la montaña 7 colores.
- Más información: El tour que contraté incluía viaje en minivan de ida y vuelta, el desayuno, el almuerzo, el guía turístico y la entrada a la montaña. Creo que fue un buen servicio. No incluyó el traslado a caballo que algunos visitantes consiguieron por un dinero el mismo día.
El momento más difícil ¡a caminar!
La caminata es lo que más turistas temen cuando hacen su visita a la montaña 7 colores. Yo ya estaba avisado así que fui mentalizado en completar la caminata. Soy joven, tengo buen físico y creí que no me afectaría mucho la altitud. Pero después de los varios días de aclimatación y mi juventud, debo admitir que sentí los efectos de los más de 5 mil metros de altura. Caminé despacio pero igual me agité. Un poco me dolió la cabeza y tuve que detenerme a descansar y respirar profundamente en varios tramos. Algunas personas antes de comenzar la caminata alquilaron su caballito con el dueño del animal. Él o ella es quien conduce el caballo hasta la montaña de 7 colores. Yo no necesité caballo pero me hubiera gustado una pequeña ayuda. Al final llegué en casi 2 horas. En una situación geográfica normal capaz lo hacía en menos de 1 hora. Pero así es la montaña. Igual estuve muy feliz pues conseguí llegar por mi cuenta. ¡Lo logré!
- Más información: La distancia de la caminata es de solo 5 kilómetros. Los caminos son planos en su mayor parte. Alquilar un caballo cuesta, según me informé, 90 soles o menos según cada dueño del caballo. El caballo es conducido por hombres o mujeres andinos que están muy acostumbrados así que no tengan pena.
El maravilloso cerro colorado
No me alcanzan las palabras para describir lo hermoso que es el cerro colorado o la montaña 7 colores o de la forma como quieran llamarlo. El esfuerzo de llegar a pie hasta allí sí vale la pena. La primera vista del lugar es imborrable en la memoria. Después claro que hay tiempo para tomarse esas fotos que tanto queremos. El guía te acompaña y te da algunos datos del sitio. Me gustó mucho que hay señoras que venden mate de coca, cigarrillos, galletas y también cerveza. Estar allí es como tocar el cielo con las manos. Hace un poco frío así que recomiendo que nunca se desabriguen. Después de Machu Picchu creo que allí se consiguen las mejores fotos del viaje a Cusco. El lugar está lleno de colores bellos como el rojo, el amarillo, un verde opaco y más. Estuvimos allí 1 hora creo. Después ya tocó regresar.
- Más información: Cuando visité la montaña estaba llena de color ideal para tomarse fotos preciosas. Sin embargo no siempre es así según me informé. Cuando llueve mucho caminar es difícil. Además la escarcha puede cubrir de blanco la montaña arruinando tu foto soñada. Según me contaron es cosa de suerte así que buena suerte, mis amigos.
De regreso a Cusco y mis conclusiones
Y así fue mi visita a la montaña de 7 colores. Para regresar tuvimos que volver a caminar pero esta vez de vuelta por el mismo camino. El regreso es un poco más fácil me parece. O al menos a mí me costó menos esfuerzo. Los turistas que más sufrieron con el viaje fueron los viejitos pero igual llegaron. Una vez en el campamento el minivan me devolvió al pueblo de antes para almorzar esta vez. El almuerzo fue rico, con ensalada, sopas (buenas para el frío la verdad) y platos de fondo donde destacó la causa peruana. Satisfechos del estómago volvimos al minivan que me condujo de regreso a Cusco. El carro dejó a todos en la plaza Regocijo, cerca de la plaza principal. Desde allí caminé a mi hotel directo a cambiarme de ropa y cenar. Eran las 6 de la tarde, estaba algo cansado y sucio pero feliz de la vida. ¡Gracias Cusco!
- Más información: Mi tour lo hice con la empresa Machupicchu Terra y costó algo así como 40 dólares. No tengo ninguna queja porque cumplieron e incluyeron todo lo que prometieron. También hay otras agencias de turismo que cobran menos pero no incluyen buenos restaurantes para desayunar o almorzar. Incluso sé que hay algunos tours que no incluyen la entrada al cerro colorado. Con toda sinceridad les recomiendo este viaje, amigos. ¡Difícil pero vale la pena!