Orquídeas en Machu Picchu, descubre el Centro de Conservación de orquídeas
Son muchas las plantas y flores que crecen en Machu Picchu, pero las orquídeas por su belleza, particularidad y excéntricos colores, se posicionan sobre las demás. Estas plantas crecen y se desarrollan, gracias al clima de los bosques nubosos que se extienden en Machu Picchu. Siendo este clima, indispensable para que las orquídeas puedan crecer sin problemas. Así mismo, las orquídeas que se pueden encontrar en todo el santuario ecológico de Machu Picchu, son oriundas, es decir se encontraron algunas especies únicas en todo el mundo. Gracias al trabajo de la conservación y del adecuado control de estas hermosas plantas, se siguen encontrando incluso, al día de hoy, varias nuevas especies. A continuación, más información sobre las orquídeas de Machu Picchu.
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El valor de las orquídeas en Machu Picchu
El valor que poseen las orquídeas en Machu Picchu, trasciende mucho más de lo que se cree. El crecimiento de estas plantas se debe precisamente a la humedad que se registrar en los bosques nubosos. Lugar donde se construyó Machu Picchu y donde se instauró un área de producción adecuada para el fortalecimiento de las orquídeas. Sin embargo, los bosques nubosos son muy susceptibles a sufrir grandes daños, esto, producto del cambio climático. En algunos lugares del mundo, donde también se pueden encontrar estos bosques nubosos, se registraron daños en la flora por el incremento de las temperaturas.
El daño, muchas veces es irreversible, porque se atenta directamente con la fauna y especialmente con la flora. Este sería el caso de las orquídeas. Las orquídeas, crecen solamente en condiciones que le otorgan los bosques nubosos, excelente cantidad de agua, un clima templado y en especial un terreno continuamente húmedo. El valor de las orquídeas se basa en que son un medio para medir la condición climática del lugar. Un solo cambio tanto en la humedad, la temperatura del lugar, podría dañar considerablemente el crecimiento de estas.
Así mismo, generar y propiciar diferentes programas del cuidado del lugar como el hecho de que el distrito turístico (Machu Picchu Pueblo) tenga el reconocimiento de producción de cero carbonos. Lo convierte, al mismo tiempo, en un destino realmente sostenible. La mayoría de residuos que se generan por le turismo masivo, son reutilizados para un nuevo uso consciente y de preservación del medio ambiente. Los diferentes especialistas interesados en el cuidado de las orquídeas, vieron la necesidad no solo de cuidar el espacio geográfico, sino también tener un extenso control de todas las especies que viven en los bosques nubosos de Machu Picchu. En tal sentido, es importante resaltar el trabajo de las diferentes organizaciones y trabajadores que se empeñan, muchas veces en resaltar la importancia del lugar. Todos estos trabajos contribuyen de manera adecuada en el desarrollo sostenible de todo Machu Picchu.
Una de estas organizaciones sin fines de lucro, es Inka Terra Asociación y el trabajo en conjunto con Inka Terra Machu Picchu Hotel. Organizaciones no estatales, que consideran importante este trabajo y lo vienen realizando desde el año 1 978. Los primeros trabajos que se realizaron fueron la de generar los diferentes inventarios de las especies de orquídeas. También, de otras especies que intervienen directamente en la producción de estas como insectos y algunos otros mamíferos que transfieren el polen hasta otros sectores. Actualmente trabajan en conjunto con Geographic Society, Conservation Intarnational, además con la presencia de universidades nacionales e internacionales. Así mismo, realizan algunos proyectos con apoyo y trabajo en conjunto con el SERNANP y otras instituciones nacionales.
Carmen Soto, fue una de las investigadoras de Inka Terra Machu Picchu Pueblo Hotel. Trabajó durante 22 años siendo bióloga y coordinadora de la mayoría de los proyectos que se desarrollaron para la preservación de las diferentes especies que se encontraron. También por su importante contribución, se hallaron nuevas especies, algunas de ellas están dedicadas a ellas y tienen parte de su nombre. Gracias a su importante contribución es que se lograron importantes aportes para la conservación de la fauna y flora de Machu Picchu e incluso en Choquequirao. Lamentablemente, dejó de existir en el año 2021.
Machu Picchu, clima ideal y perfecto para las orquídeas
En Machu Picchu se puede encontrar un clima semitropical. Esto se da gracias a la presencia de las altas montañas que comienzan a descender para dar paso a los llanos de la selva baja. El sitio arqueológico de Machu Picchu, fue construido sobre un terreno bastante fascinante, se ubica sobre la montaña cima de una montaña. Es así que sirve como nexo entre los andes y la selva alta de Cusco. Por otro lado, es gracias a la presencia de este importante centro arqueológico que se motivó la creación de áreas de conservación natural en toda la zona.
El clima en Machu Picchu propiamente se comprende desde una temperatura promedia que oscila entre los 8°C y 22°C. Además de ello, tiene una fuerte presencia de lluvias. Las lluvias tienen mayor presencia durante la temporada húmeda. Esta temporada se hace presente al finalizar el año, más precisamente durante los últimos días de noviembre y extendiéndose hasta los primeros días de marzo. Durante ese lapso de tiempo se pueden encontrar días lluviosos y cargados de abundante neblina.
Por otro lado, durante la temporada seca, también es posible encontrar lluvias. Estas lluvias no serán tan frecuentes y tampoco contarán con la misma intensidad que las lluvias de la temporada húmeda. Es normal que, en los sectores cercanos de Machu Picchu, caigan pequeños chaparrones e incluso leves lloviznas. Normalmente en esta temporada las lluvias no suelen ser un problema, para la visitas o exploración de las orquídeas en los bosques. Sin embargo, con todas esas variaciones climáticas y la presencia de lluvias, se cumple con todo lo necesario para que las orquídeas y otros tipos de vida puedan desarrollarse libremente.
La mejor temporada para ver las orquídeas
Las orquídeas como todas las plantas cumplen un proceso de crecimiento. Este crecimiento puede darse durante el periodo de cinco años, según algunas investigaciones. Esto dependerá mucho, también, del tipo de orquídea. Estos cinco años, se miden desde el momento en que la planta fue sembrada y termina floreciendo por primera vez. A lo largo de todo el territorio peruano se pueden encontrar diferentes especies, llegando incluso a alcanzar un número de 2700 a 3000 especies de orquídeas.
Todo lo que mencionamos se realizará en un estado natural, incluso ello, puede llevar a que las orquídeas se desarrollen en más tiempo. Una vez que hayan florecido pueden volver a hacerlo después de un año. Este dato es bastante ambiguo, porque al final, dependerá exclusivamente de la especie de la orquídea. Otro factor para optimizar el florecimiento de nuevas flores de orquídeas dependerá del cuidado, condiciones y minerales necesarios. Algunas de las orquídeas con un buen cuidado pueden llegar a tener un nuevo florecimiento en solo unos cuantos meses. En tal sentido es importante tener un control del momento en que se inicia la vida de la orquídea, su desarrollo y primer florecimiento. Será a partir de ese momento en el que se comenzará a medir y pronosticar el nuevo florecer. Claro está, y nuevamente, tendrá que tener en cuenta la especie de la orquídea.
Por fortuna en Machu Picchu existe el Centro de conservación de Orquídeas. Este lugar, del que ya hablamos más arriba, cuenta con el cuidado y control de crecimiento de más de 370 especies de orquídeas. De todas estas, 19 especies son netamente de la geografía o del Santuario ecológico de Machu Picchu. Es decir, solamente en este lugar se vio por primera vez dichas orquídeas, en todo el mundo.
El Centro de Conservación de Orquídeas de Machu Picchu, es el más gran de que se puede encontrar en todo el Perú. Para llegar a este lugar se tiene que llegar al hotel, Inkaterra Machu Picchu Pueblo, que cuenta con hermosas decoraciones y servicios de lujo. Además de las orquídeas, se puede encontrar la presencia de algunas aves, como el gallito de las rocas y colibríes que fueron rescatados. Además, del emblemático oso de anteojos.
Las orquídeas más conocidas de Machu Picchu
- Masdevalia Veitchiana – También es conocida como la flor de Waqanqi. En alusión a una leyenda inca que narra el fatal desenlace de una princesa inca enamorada de un soldado imperial. Esta orquídea alcanza los 14 centímetros. Es posible apreciarlo en estado natural cerca de Wiñayhuayna. Lamentablemente se encuentra en peligro de extinción por lo que se usa la orquídea para hacer algunas especies hibridas y pueda preservar sus particulares colores y además la forma de sus pétalos en forma de colibrí. Puesto que los pétalos son alargados y desde cierta perspectiva, parece un pequeño colibrí rojizo.
- Epidendrum sp. – Aunque es una de las menos conocidas, es de las que mejor se pueden apreciar en estado salvaje. Tienen apenas 2 centímetros y se desarrolla en zonas de bastante sombra, es una de las orquídeas que crecen en tierra, pero requieren bastante humedad y oscuridad para su optimo desarrollo. Es posible verlo en Intipata, parte del Camino Inca.
- Lycaste longipetala – Es una de las especies de mayor tamaño y de forma bastante particular. Se encuentra en varios lugares del Santuario de Machu Picchu, pero en todas ellas requiere las sombras de los bosques, junto a la presencia de un terreno fértil pero que al mismo tiempo sea ralo y con pocas obstrucciones. Es una orquídea de tamaño regular alcanzando los 4 centímetros.
- Lycaste Macrophyla – Es una orquidea que se desarrolla con mucha mayor facilidad en las zonas bajas. Exactamente a los 1 800 metros sobre el nivel del mar. Aunque tiene una forma robusta llega a alcanzar los 6 centímetros. Suele crecer en lugares de relativa sombra. Siendo esta, necesaria para su desarrollo. Es posible verla con mayor seguridad en los jardines de Mándor.
- Maximiliana alpestris – Es una de las orquídeas que posee pétalos pequeños. Llega a tener una envergadura apenas de 2 centímetros en sus pétalos. Al igual que otras orquídeas posee tres pétalos similares y una que le da su particular característica. Puede crecer solamente en terrenos que alcance los 2 600 metros sobre el nivel del mar.
- Myoxanthus Serripetalus – Tiene cierto parecido a la flor de wakanki, aunque con un aspecto más robusto. Ese aspecto lo tienen prácticamente en sus pétalos que son más gruesos de lo habitual. Esta orquídea crece en pequeñas colonias pegadas a los troncos e incluso piedras. También requiere de la sombra y de los musgos donde suelen también instalarse. Pese a su aspecto robusto solo tienen 2 centímetros de tamaño. Es posible verlo durante la ruta a Wiñayhuayna.