Las phaqchas: importancia del agua expresada en la arquitectura Inca
El origen de la vida para la cosmovisión de los incas está manifiesta en el agua. Convirtiendo al recurso hídrico en una sustancia de vital importancia. Motivo por el cual, fue considerado como una deidad. Detallar la importancia que poseía el agua, no solo puede entenderse en estudios o historias de los Incas. Todos los que hemos visitado un recinto inca, vimos las exclusivas construcciones de canales de agua que hicieron para el flujo continuo de este líquido. Con mayor presencia, se les puede encontrar en las ciudadelas Inca de Tipón, Machu Picchu, Ollantaytambo y muchas más. Expresando de esta forma la importancia del agua para el sustento de una población y por ende de una civilización.
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Dentro de la cosmovisión andina el agua tiene un rol importante. La distribución arquitectónica de las construcciones incas, con mayore dimensión, es prueba de ello. Para empezar el agua, debe ser entendido y relacionado con los lugares de origen de la vida. De ahí que posea cualidades míticas como ser fuente de la vida misma. Es por este motivo que también es llamada paqarina, que puede traducirse como “Creadora de vida”. Además, al mismo tiempo, se le puede concebir como fuente de propiedades curativas y purificadoras.
La importancia que le otorgaban al agua como elemento vital, no solo quedó en representaciones de figuras simbólicas o en algunos tallados. En el caso de los incas, desarrollaron toda una red de afluentes donde el agua podía llegar no solo a templos importantes dentro de la sociedad incaica; sino también llegaba a todos los rincones la población. De esta forma se priorizó el líquido vital para todas las actividades, sobre todo para la agricultura. Esta práctica era una mimesis concreta del entendimiento del fluir del agua por toda la Tierra, comprendiendo que las aguas fluyen por canales subterráneos hasta alcanzar los afluentes de los ríos para finalmente, concretar su eterno viaje al mar.
Estas construcciones dedicadas al transitar del agua, dispuestas en toda la ciudad son denominadas phaqchas. Espacios de piedras talladas que permitieron, tener un control de las aguas y un mejor dominio de este circuito hidráulico. Actualmente este tipo de construcción debería ser considerado como una maravilla para la ingeniería civil porque solamente usa la gravedad y una compleja de red de piedras talladas para repartir agua en todos los rincones de la ciudad.
¿Qué son las phaqchas?
Es necesario explicar que el principal afluyente de agua de cualquier yacimiento en las construcciones incas, es considerado como phaqcha. En el sentido que es una fuente principal divina, pero algunos también denominan a estas construcciones como pacarina. En ambos casos se les denomina de esa forma porque son capaces de dar vida. Así mismo, estas denominaciones podrían llegar a confundir a cualquier persona que no conoce o tiene clara está distinción. Una pacarina es la forma general para hablar sobre motivos naturales como los volcanes, lagos, ríos, nevadas y otros.
Los cuales son considerados como espacios o seres sagrados, porque en estos espacios, es donde se crea a nuevos seres humanos. Humanos o personajes semidivinos, más fuertes, aquellos que son considerados como los hijos del sol o Tayta Inti. Mientras que las phaqchas, desde su fuente principal es una pacarina, pero vinculada de forma exclusiva a la deidad del agua. Estas a su vez, poseen construcciones por donde el agua puede descender hasta cubrir los recovecos de una ciudadela.
En este sentido, las phaqchas son construcciones que se pueden ver en los grandes recintos. Estas construcciones servían principalmente para abastecer de agua a toda una ciudad. Estos conductos de agua, no eran de uso exclusivo para algún sector social. Según estudios, se puede encontrar la presencia de estas edificaciones tanto en el Hanan o el Hurin. Tal vez la única diferencia que se puede encontrar, son los acabados. Por ejemplo, en phaqchas cercanas a lugares sagrados como templos o lugares de rituales, tienen finos acabados y tallados más elaborados.
¿Qué quiere decir Phaqcha?
Como vimos la importancia del agua dentro de las ciudades del Tawantinsuyo fueron fundamentales. Una muestra de ello es que, todavía en la actualidad, podemos ver en muchas ciudadelas incas edificaciones dedicadas y que forman parte al circuito de abastecimiento de agua. Algunas de ellas inexplicablemente siguen funcionando sin ningún problema. Además, el cauce de sus aguas es cristalina y con bastante potencia. Un ejemplo de este lugar y con más particularidades es Tipón.
El vocablo “Phaqcha”, proviene de la lengua quechua. Uno de los primeros registros que se tiene al momento de emplear esta palabra es gracias a Julio C. Tello, quien para denominar a estas construcciones incas usa primeramente el termino de “cisternas”, pero más adelante decide cambiarla por una más acorde. En sus textos publicados en 1942, ya se puede apreciar una variante como Paccha o Pakcha. Pero en esta ocasión no se le daba importancia o valor sagrado al agua. Era simplemente entendido como un circuito más del agua.
Más adelante Pardo, otro estudioso, en 1957, relaciona la continua presencia de estas construcciones en varios recintos incas. Por lo que comienza a otorgarle una representación sagrada. En esta oportunidad se entiende que las fuentes y canales, eran una forma clara de realizar culto al agua. Finalmente, un estudioso más comprometido, Chávez Ballón, quien utiliza vocablos más acordes. formulando “phaqcha”, para nombrar aquellas construcciones o elementos arquitectónicos abastecedoras de agua. Más adelante también se refirieron con el mismo término a utensilios manejados para el culto al agua.
¿Cuál fue la importancia del agua para los Incas?
Para la civilización incaica el agua fue de vital importancia. Algunas de las menciones que se puede encontrar del agua, por parte de los cronistas, es cuando describen las ciudadelas incas y la abundante presencia de “fuentes de agua” que era como ellos los denominaron. Estás fuentes de abastecimiento de agua, relatan, la obtenían de manantiales, ojos de agua, ríos y lagos. Aclarando que cada una de estas representaciones poseían una huaca o figura divina. También estaban relacionados con los ceques. Se narra en algunos casos escenas relacionadas con el culto y el procedimiento de adoración en estos recintos sagrados.
Como es de suponer los españoles no comprendieron la organización cosmogónica de los incas. Esto se puede evidenciar en algunas crónicas que dejan de lado algunas figuras importantes para comprender el panteón de dioses incaicos. Las principales divinidades fueron el sol, la luna, el rayo y las estrellas; algunos consideran a los cometas y al arcoíris. Otras divinidades fueron los nevados, las montañas, los manantiales, la phaqcha, algunas cuevas y algunas variaciones geográficas. Estos dioses solo podían representar para los españoles, adoraciones paganas.
La adoración al agua, comprendía hacer ceremonias y ritos en el mar, los lagos, lagunas, los manantiales, los ríos, etc. Cualquier lugar en el que se encuentre agua limpia, con la capacidad, además de dar vida, era considerada sagrada y recibía un gran cuidado. Se ofrendaba hojas de coca, conchas marinas y algunas algas marinas comestibles como el mullu. También se encontraron figuras talladas, figuras en oro y plata.
En la actualidad se siguen realizando estas actividades en forma de agradecimiento a la importante labor que cumple el agua para la humanidad. Según algunas recopilaciones orales se cree que la fuente principal o “la madre de todas las aguas”, es el mar. Le seguirían sus hijos que serían los lagos y lagunas. Los cuales se conectan mediante las aguas subterráneas y algunos ríos, estas conexiones fortalecen lazos con los dioses más antiguos, la fertilidad y la iniciación; una vez más, desembocando en representar el origen de la vida.
Durante la época del Tawantinsuyo se masificó la adoración al agua, lo que propició que surjan especialistas para realizar toda la ceremonia. Se empezó a dejar sacrificios y ofrendas con la intención de expresar agradecimiento. Los encargados de las ceremonias eran sacerdotes que se dedicaron a dar las palabras de agradecimiento y bonanza. Los meses de setiembre eran los privilegiados para realizar ritos y rendir cultos al agua. Durante estas actividades y según algunos procedimientos, se podía realizar ceremonias de curación. Este ritual, se solía hacer en el cruce de dos ríos y algunas veces en las phaqchas ceremoniales.
Durante el Imperio y dominio de los incas se culminaron las redes de caminos que conformaban el Qhapac Ñan o Camino Real. Este camino servía para orientar y unificar todos los estados y etnias aliadas al imperio Inca. Las rutas que se desprendían en dirección a los 4 suyos, era denominado como Ceques. Bauer, un antropólogo, confirmó que de las huacas dispuestas en los diferentes ceques que partían del Cusco, eran un 30 % dedicadas a templos de agua o más precisamente phaqchas. En tal sentido solo en Cusco, se podía encontrar muchos lugares con una fuerte inclinación o valor natural dedicado al agua.
El valor innegable de las phaqchas en la actualidad
En la actualidad las phaqchas, aunque muchas de ellas no funcionen correctamente. Siguen teniendo un rol importante en las principales ciudadelas incas. Deben ser entendidas como elementos importantes y culturales. Estuvieron presentes a lo largo de la historia. Seguramente la tradición de respeto al agua se heredó desde los primeros pobladores de esta parte del mundo. Es por ello que nadie puede negar el valor que poseen las phaqchas y que deberían seguir teniendo, ya que en la actualidad el agua, no es tratado con respeto.
Así mismo se tiene estudios que desde las fuentes de agua se procedía a configurar y diseñar la ciudad; al igual que la importancia que tenía el Sol para el desarrollo urbanístico. De esta forma se realzaba la importancia del recurso hídrico y de la presencia del Sol. Creemos necesario explicar que las phaqchas era conformadas por todo el sistema de canales de agua, que incluía a las estructuras pequeñas y rectangulares; aunque su construcción varió dependiendo del lugar en el que se construyeron. Algunos habitaron espacios reducidos, prácticamente para veneración personal. Sin embargo, existen construcciones con mayores dimensiones y propias de los templos más importantes. Estas construcciones dejan ver el caudal del agua a gran a altura. Estas últimas seguramente se trataban de uso exclusivo para ceremonias y rituales.