Turismo vivencial en Cusco y camino a Machu Picchu

El turismo vivencial ofrece una nueva forma de conocer los destinos tradicionales o clásicos. En Cusco y durante la ruta a Machu Picchu se pueden encontrar algunas alternativas. Una de las bondades del turismos vivencial o comunitario, es que permite realizar viajes hacia las comunidades campesinas más profundas de los andes. En estas comunidades, se encuentran costumbres y tradiciones del pasado. Las comunidades que ofrecen estos servicios, se organizan de forma colectiva para que todos salgan beneficiados. En este artículo, profundizaremos más en las actividades que suelen ofrecer y conoceremos algunas opciones que pueden realizarse en Cusco por el Valle Sagrado, el Valle Sur y de camino a Machu Picchu.

¿Qué es el turismo vivencial o comunitario?

Es una de las alternativas de hacer turismo, pero con la finalidad de adentrarse dentro de una comunidad. Esto permitirá que se conozca más la cultura de la comunidad, las tradiciones, costumbres y en especial la forma de vida diaria que posee. Esta forma de turismo muchas veces es mal vista porque sugieren que no ofrece una experiencia real. Sin embargo, son más los casos positivos y las personas que lo realizaron siempre suelen recomendar esta forma de hacer turismo. Sin embargo, para evitar problemas, creemos oportuno detallar nuestra comprensión sobre cómo debería de ser el Turismo Vivencial y las cosas que deben de ofrecer para no caer en estafas o cosas similares.

La principal característica para reconocer que efectivamente se está agenciando un servicio de turismo vivencial, es que se ofrezcan actividades de inmersión cultural. La inmersión cultural es entendida como la integración a las actividades diarias de una comunidad. Esto, mediante la realización de algunas actividades en las que los visitantes se involucren en la colectividad de la comunidad. En tal sentido las experiencias que se logran no solo tienen que ver con conocer o apreciar una cultura desde la periferia, sino que las experiencias se nutran desde el interior de una cultura. En tal sentido, es más sencillo compartir experiencias, enseñanzas, realizar conversaciones y otras actividades tradicionales que fomentan e integran a los turistas dentro de una comunidad, aunque solamente sea por un par de días.

La finalidad de lograr esta integración en tan poco tiempo es que se logre compartir experiencias para conocer, comprender y experimentar la forma de vida de la comunidad que se visita. Existen muchas formas de lograr este tipo de turismo. Algunas, comunidades ofrecen este servicio y disponen ciertas viviendas para el alojamiento y la comunidad se organiza para otorgar más servicios. Sin embargo, también existen algunas otras opciones que pueden no estar bien planificadas, pero logran un mayor grado de inmersión porque la integración se realiza de forma natural. A continuación, algunas otras características para que reconozcas mejor este tipo de servicio y no caigas en falsos discursos o recorridos que no logran profundizar experiencias en ninguna comunidad.

El turismo vivencial debe ofrecer un espacio auténtico, es decir, debe buscar la inclusión de espacios que permitan el distanciamiento de lo “normal” para introducirse en un espacio diferente. De este modo se garantiza conocer, no solo un paisaje y naturaleza diferente, sino las expresiones de una nueva cultura. Esto, con el fin de que el encuentro intercultural sea fructífero ya que el intercambio de ambas generará una retroalimentación y entendimiento de la nueva y uno mejor de la propia cultura. Puesto que algunas expresiones y formas de vida tienden a variar por concepciones simbólicas y en diferentes proporciones.

Otra de las características del turismo vivencial, es que se habiliten actividades en las que los visitantes puedan participar activamente. Esto se relaciona mucho con el concepto de turismo comunitario, ya que en ambos casos se busca la comunión entre turista y la comunidad que visita. Estas actividades deben estar vinculadas con el respeto al medio ambiente y promoviendo actividades sostenibles, con el fin de generar mayores beneficios, tanto para las comunidades y para las generaciones futuras.

Cusco es un lugar privilegiado si buscas realizar estas actividades. El turismo vivencial permite generar un cambio espiritual y social en las personas que lo realizan. El cambio surge a partir del entendimiento de la coexistencia de varias culturas que habitan cada rincón del planeta Tierra. En tal sentido se recomienda que las personas que se animen a realizar este tipo de turismo, comprendan que experimentarán un mundo completamente diferente al que pueden estar acostumbrados. A continuación, detallamos algunas opciones que se pueden realizar en Cusco.

Turismo vivencial en el Valle Sagrado

Si hablamos de Cusco como destino turístico, podemos encontrar dos sectores territoriales que comprenden diferentes destinos. El primero de estos es el Valle Sagrado y el siguiente es el Valle Sur. Ambas muy cerca de Cusco, pero con diferencias geográficas bien definidas. Ahora queremos enfocarnos en las opciones que se pueden encontrar en el Valle Sagrado. El Valle Sagrado se caracteriza por tener un espacio geográfico ideal para la agricultura y donde los incas, crearon algunas construcciones importantes.

Además, el Valle Sagrado, posee un agradable clima, ya que es más cálido que Cusco. Sin embargo, esto es todo lo que normalmente se conoce. La verdad es que por diferentes rutas y las altas montañas se pueden llegar hasta comunidades campesinas. Son pocas las personas que tienen en cuenta la existencia de estas comunidades y que lamentablemente los gobiernos locales siguen descuidando. En tal sentido, es posible visitar estas comunidades que, gracias a ese aislamiento, lograron mantener algunas tradiciones culturales casi intactas y en estos días abren las puertas de sus hogares.

Uno de estos destinos se encuentra en la comunidad de Ccaccaccollo. Para llegar al lugar donde se ofrece este servicio hay que hacer una caminata por la zona alta del Valle Sagrado. Este destino tiene bastante experiencia haciendo el turismo vivencial. En este lugar se puede aprender a cosechar, sembrar y procesar la lana de la alpaca para obtener prendas multicolores. Además, hay detalles y secretos para la coloración de la lana obtenida. Es importante saber que la mayoría de las actividades que ofrecen son eco amigables y sostenibles.

Otros destinos se encuentran en las alturas de Ollantaytambo. En estos lugares se pueden apreciar hermosos paisajes como un adicional al servicio. De igual forma, se puede aprender y participar en el hilado y próxima coloración de la lana. Así mismo, el grupo de visitantes puede integrarse a la comunidad siguiendo la música y bailes que realizan como bienvenida. Más adelante se le ofrece la vestimenta local o el traje típico. Tras la presentación de los tejidos se, realiza la presentación y demostración del proceso de cultivos que realizan. Se hace una explicación de las mejores condiciones para el sembrío y cómo es que se trata de mantener la fertilidad de la tierra.

Durante este tipo de turismo, es necesario entender que también se probarán platillos nuevos. En pocas palabras se degustará un mundo gastronómico muy distinto al que se haya probado, incluso en Cusco. Las comunidades, algunas veces, hacen partícipes a los visitantes para la preparación de los alimentos y si uno es curioso puede aprender algunos nuevos secretos o a la preparación de estos platillos. Algunas comunidades cercanas de Ollantaytambo donde se puede hacer Turismo Vivencial son Patacancha, Willoq Alto y Tauca.

Turismo vivencial en el Valle Sur

Tal y como su nombre lo indica el Valle Sur, se encuentra a esa dirección si el punto de partida es Cusco. En el Valle Sur se puede encontrar diferentes atractivos como sitios arqueológicos y naturales. El clima que posee es más gélido si lo comparamos directamente con el Valle Sagrado. Gracias a la formación del valle que se forma por las aguas del río Vilcanota se puede también trabajar con la agricultura. En todo el Valle Sagrado y el Valle Sur es posible sembrar maíz gracias a la presencia del río Vilcanota que cruza y forma ambos valles.

En tal sentido también se puede apreciar terrenos extensos de plantaciones de maíz, papas y habas, pero con montañas altas que son revestidas con poca vegetación. En este lugar es posible hacer turismo vivencial en la comunidad de Raqchi. Raqchi se encuentra a 3 horas de viaje aproximadamente, partiendo desde Cusco. En este lugar se puede encontrar un recinto inca de gran valor que recibe el nombre de la comunidad.

La comunidad desarrolló diferentes actividades con el fin de ser un destino más atractivo. Al encontrarse lejos de Cusco, es un destino que pocas personas visitan. Esto, en comparación al Valle Sagrado. El tour más popular para visitar Raqchi es haciendo la Ruta del Sol. Este tour puede comenzar en Cusco o Puno y culminará al cubrir la ruta entre ambas regiones. Lo cual lo posiciona como una de los tours más interesantes. Sin embargo, al hacer este recorrido es poco probable que se capte la esencia de la comunidad por la inmediatez de la visita. Por ello, y como lo mencionamos, la población ofrece un servicio de turismo vivencial.

Este servicio de turismo vivencial, normalmente inicia en Cusco. En tal sentido hay que cubrir la distancia con el viaje que puede ser en una minivan sprinter. Algunas veces se posibilitan viajes desde la puerta de hotel del turista y otras desde un punto de encuentro. El viaje es cómodo y se atraviesan hermosos paisajes hasta llegar al sitio arqueológico de Raqchi. En este lugar se puede conocer más del Templo de Wiracocha, uno de los templos más grandes de la cultura Inca. Ahí los pobladores, estarán listos esperando al grupo, todo ellos con sus vestimentas y hasta con música y baile en vivo. Siendo una de las más cálidas bienvenidas.

En Raqchi, normalmente inicia conociendo todo el recinto arqueológico inca. Las actividades continúan con el ascenso a los miradores del lugar para contemplar mejor todo el lugar. Al culminar este recorrido, esperará una cena preparada con productos locales donde se realizará un compartir. Se pasará la noche en una de las viviendas habilitadas específicamente para pernoctar. Al día siguiente se hacen actividades, como una nueva caminata para hacer una ceremonia en agradecimiento a la Pachamama en una de las montañas más imponentes del lugar. Luego de ello, se continúa con la explicación y el taller de cerámica, justo antes de la hora de almuerzo. Tras degustar un exquisito almuerzo es el momento de volver a Cusco.

Hacer turismo vivencial rumbo a Machu Picchu

Por otro lado, si lo que se quiere realizar es visitar Machu Picchu combinando actividades similares a las de turismo vivencial. La mejor alternativa será hacer el Lares Trek. Este como otras rutas de senderismo posee algunas variaciones. Pero la cualidad de este tour, es que permite hacer un recorrido por las comunidades del distrito de Lares. Estas comunidades solo poseen una forma en las que pueden comunicarse. Esta ruta solo puede cubrirse en caminatas. Es por ello, que el Lares Trek es más conocido como una actividad de senderismo, pero también es una ruta cultural.

Es conocida como ruta cultural porque durante los dos primeros días de las caminatas se llegan a comunidades donde se puede interactuar con los pobladores. La primera noche se llega a Wacahuasi, ahí la comunidad se encarga de alojar al grupo y también de la preparación de una cena. En el local donde se da el encuentre, se realizan diferentes actividades. Algunas de estas personas realizan talleres de tejidos y otras simplemente comparten sus experiencias y la alegría de tener visitantes.

La segunda comunidad que es posible visitar es Quiswarani. Ahí es posible armar el campamento y pasar la noche. El encuentro con la comunidad se da durante la cena. Algunos de ellos darán clases del hilado, otros del tejido y de todo el proceso de la obtención de la lana de alpaca. Aunque esta ruta no sea un turismo vivencial como tal, la ruta permite conocer más lugares y entablar conexiones con las personas de estas comunidades. Durante el trayecto existen más comunidades. Es por eso que algunas agencias manejan otras rutas o las visitas con otras comunidades.

Este tour culminará en Machu Picchu. Antes del último día se tiene que llegar a Ollantaytambo, por lo que también será posible apreciar todos los paisajes del Valle Sagrado. Desde este distrito, toca el momento de hacer el viaje en tren hasta la maravilla del mundo. Antes de eso, se llegará a Aguas Calientes o Machu Picchu Pueblo donde se pasará la noche. El último día se realiza el ascenso y recorrido por Machu Picchu y también se retorna en Cusco. La forma de retornar a Cusco es haciendo el viaje en tren o por el servicio bimodal que combina un viaje en tren hasta Ollantaytambo y luego otro en bus hasta Cusco.

Algunas recomendaciones

• Recuerda ser respetuoso con las tradiciones y costumbres que muestran las comunidades.
• Este tipo de turismo no ofrece servicios premium (al menos no la gran mayoría), por lo que se recomienda ser prudente.
• Es importante tener en cuenta que se probará una gastronomía diferente a la que se conoce.
• Las vestimentas que se entregan, son solo un préstamo.
• Es importante tener en cuenta los horarios al inicio del tour, de igual forma al retornar. Esto con el fin de cumplir con todas las actividades.
• No es indispensable hablar quechua, el guía se encargará de una comunicación asertiva.
• Algunos miembros de las comunidades podrán comunicarse en español y hasta en inglés.
• Se recomienda este tour para las personas que realmente tengan ganas de interactuar con las comunidades más alejadas.